Fashion Week Exclusive – Courrèges SS25: Ilusión y Geometría Reinventada como Nueva Firma
Por Demona Lauren
El pasado septiembre, Courrèges reveló su colección Primavera-Verano 2025 ante un elenco de personalidades tan ecléctico como internacional. Desde el ícono del K-pop Wooyoung (ATEEZ) hasta la artista satírica Ziwe Fumudoh, pasando por la actriz Valentina Zenere, la cantante Nana y el joven Beckham, la primera fila reflejaba perfectamente las aspiraciones de la casa francesa.
Más allá del cautivador casting, fue la invitación misma la que marcó el tono del desfile: una cinta de Möbius, una cinta matemática de una sola cara que simboliza el infinito, ya anunciaba la sofisticación geométrica por venir. Una metáfora perfecta para Nicolas Di Felice quien, desde su llegada a Courrèges, no ha dejado de hacer dialogar el legado modernista de la casa con una visión decididamente contemporánea.
Esta temporada marca un giro sutil, pero significativo: donde André Courrèges había hecho de la geometría pura su firma, Di Felice infunde una nueva dimensión – la de la ilusión. Un enfoque que reinventa los códigos mientras los respeta, creando así una nueva firma para la histórica casa.
La Geometría como Lenguaje Visual
Heredera de una casa que hizo de las formas puras su alfabeto creativo, la colección SS25 se inscribe en una fascinante evolución del vocabulario geométrico de Courrèges. Si bien las líneas arquitectónicas siguen siendo la columna vertebral de la marca, su reinterpretación por Nicolas Di Felice trasciende la simple reproducción para alcanzar una nueva sofisticación.
Las formas características – círculos, triángulos, rectángulos – antaño utilizadas en su expresión más pura por André Courrèges, se metamorfosean sutilmente bajo la mirada experta del director artístico. Los ángulos se suavizan sin perder su precisión matemática, las curvas se complejizan manteniendo su claridad visual. Esta geometría reinventada dialoga con el espacio de manera más fluida, creando siluetas donde el rigor modernista encuentra una sensualidad contemporánea.
Particularmente notable es la manera en que los volúmenes tradicionales de la casa se transforman en superficies en movimiento. Los emblemáticos minivestidos, antes definidos por sus cortes trapezoidales nítidos, ahora se adornan con pliegues estratégicos que crean una ilusión de movimiento perpetuo. Esta evolución geométrica testimonia una profunda comprensión del legado mientras abre el camino a una nueva forma de expresión.
La Ilusión como Innovación Técnica
En esta colección, la innovación técnica se convierte en ilusionista. Nicolas Di Felice demuestra una maestría particular en el arte de la construcción de vestimenta, donde lo que parece ser no siempre es lo que es. Como un prestidigitador de la moda, presenta piezas cuya complejidad técnica se oculta tras una aparente simplicidad.
El ejemplo más impactante reside en estas creaciones one-piece que, mediante un sutil juego de construcción, dan la ilusión de estar compuestas por varios elementos distintos, al igual que los atuendos de los invitados presentes, comenzando por los de Nana, Zenere y Fumudoh. Un vestido halter, en particular, desafía las percepciones: lo que aparenta ser una sabia superposición de dos piezas resulta ser un tour de force técnico unificado. Esta proeza recuerda la cinta de Möbius de la invitación, donde la continuidad se oculta en la aparente dualidad.
La virtuosidad técnica no se detiene ahí. Los tejidos, trabajados con precisión quirúrgica, participan en esta coreografía de la ilusión. Cortes estratégicos crean juegos de sombra y luz, mientras que construcciones asimétricas se resuelven en equilibrios perfectos. Cada pieza se convierte así en un ejercicio de estilo donde la técnica, en lugar de mostrarse ostentosamente, se pone al servicio de un glamour engañoso.
La Fusión de los Dos Conceptos
Es precisamente en el encuentro entre geometría tradicional e ilusión moderna donde la colección SS25 alcanza su apogeo creativo. Como un diálogo entre el legado estructural de Courrèges y una nueva dimensión perceptiva, cada silueta se convierte en el teatro de una conversación sofisticada entre forma y percepción.
Las líneas geométricas históricas de la casa, en lugar de simplemente delimitar el espacio, se transforman en vectores de ilusión. Un panel recto se revela curvo según el ángulo de visión, un corte preciso desaparece en un juego de transparencias, mientras que una estructura aparentemente rígida abraza el movimiento con una fluidez inesperada. Esta danza entre lo tangible y lo ilusorio crea una tensión creativa que define la nueva firma de la casa.
Esta fusión representa una evolución natural del modernismo Courrèges. Si André Courrèges había hecho de la geometría pura un manifiesto del futuro, Nicolas Di Felice le infunde una dimensión casi metafísica: la de un futuro donde la realidad misma se vuelve maleable, ayudada por prendas que ya no son simplemente construcciones geométricas, sino objetos de percepción en perpetuo movimiento.
Coordinación y contenido mediático: Demona Lauren
Fotografía exclusiva: Xuexw, DL Team, en directo desde París