Yeonjun para W Korea: Un Athleisure bajo el signo del Miu Miu Boy
Yeonjun como embajador de Miu Miu en la nueva edición de W Korea.
Yeonjun para W Korea
Por Demona Lauren
Yeonjun, rostro familiar de la moda internacional y embajador de Dior junto a su grupo TOMORROW X TOGETHER, sorprende este otoño con una portada digital en solitario para W Korea. Lejos de los focos saturados del escenario o del glamour clásico de las campañas de Dior, aquí aparece bajo una luz nueva, entre sofisticación desenfadada y frescura juvenil. El cabello azul índigo, cruzado por reflejos grises, marca desde el principio el tono de la temporada: un otoño fresco donde el estilo se mueve entre lo trendy y el leisure time.
La elección de W Korea y Miu Miu señala una transición sutil, una muda: la de un It boy que abandona momentáneamente el drama cyberurbano para heredar una tendencia más natural, y que este año se consolida como una de las referencias masculinas más seguidas de la cultura pop. Pero detrás de la imagen también hay trabajo de fondo: si Yeonjun muestra una nueva faceta, es porque actualmente prepara su primer álbum en solitario, cuyo lanzamiento está previsto para noviembre.
Yeonjun, entre Dior y Miu Miu: la metamorfosis de un It boy
Durante mucho tiempo asociado a la elegancia gráfica de Dior, Yeonjun ha construido su imagen en la frontera móvil entre el clasicismo y la vanguardia. Con TOMORROW X TOGETHER, impuso una figura dramática, a veces cyber, a veces neón y sexy, a menudo teatral, que lo posicionó entre los hombres más observados de la moda contemporánea. Pero el otoño de 2025 marca un pequeño giro. Yeonjun se libera de esa tensión espectacular para explorar una estética más “effortless”, basada en la relajación.
Es la adopción de un nuevo lenguaje, más preppy, más lúdico. En una serie de imágenes, pasa de ser ícono a convertirse en laboratorio viviente, capaz de encarnar tanto la precisión de un corte como la ternura de un tejido arrugado. Yeonjun no reniega de su pasado de “It boy”; lo absorbe, lo adapta y, de paso, respira.
Miu Miu Boy: génesis y códigos de un fenómeno masculino 2025
El “Miu Miu Boy” no es una invención de esta temporada, sino un regreso. Inicialmente figura masculina imaginada en 1999 por Miuccia Prada, luego eclipsada en favor de la línea femenina, el Miu Miu Boy resurgió en 2022 con colecciones que deliberadamente difuminan los límites: faldas a la rodilla, bolsos miniatura, superposiciones inesperadas y esa manera de convertir la androginia en un terreno de juego, pero sin excesos.
En 2025, el estilo explota en las pasarelas y las redes, impulsado por artistas como Troye Sivan o Willem Dafoe, pero también por una Generación Z que se apropia del layering, los polos navy sobre camisas arrugadas, bermudas estilo surfer, zapatos “librarian” apenas atados. Los accesorios se vuelven esenciales: gafas retro, guantes de cuero, bolsos Beau en cuero coñac, detalles deliberadamente descuidados que revelan todo el contraste del “casual sofisticado”.
Yeonjun, en este paisaje, imprime su sello pop, un sentido del detalle que pone a dialogar la K-culture con la herencia italiana. Su Miu Miu Boy no es copia ni cita, sino una versión híbrida y muy personal, en la que imprime sus propios atributos y su individualidad.
Athleisure Couture: el cool y lo bello
Pero lo que distingue al Miu Miu Boy versión 2025, y que tan bien le sienta a Yeonjun, es ese sutil paso hacia el athleisure. Aquí, la comodidad nunca sacrifica la línea: un streetwear afinado, cortes limpios y materiales técnicos que coquetean sin concesiones con el tailoring burgués. Yeonjun, que siempre ha amado los looks street pero usables, encuentra en esta interpretación un equilibrio, donde lo “dope” se fusiona con lo bello, donde el aire deportivo no pierde nada de su atractivo.
Esta calma, esta nueva actitud zen, impregna su estilo Miu Miu Boy. Lejos de los excesos llamativos o del streetwear estridente. Aquí reina la serenidad. La prenda sigue el cuerpo, acompaña el gesto, y el athleisure, el espíritu. En este contexto, Yeonjun encarna ese “cool” contemporáneo, donde la relajación no excluye ni la belleza ni la inteligencia del porte.
