¿Y si la neurodivergencia hubiera hecho de Jungkook un Golden Maknae?

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Son pocas las figuras tan polifacéticas como Jeon Jungkook en el universo del arte y el entretenimiento. Vocalista principal de BTS, bailarín virtuoso, compositor, realizador, pintor, atleta, reveló recientemente que padece TDAH en la edad adulta. Este anuncio, realizado con total naturalidad durante un livestream, abrió una nueva perspectiva sobre su talento: ¿y si su neurodivergencia hubiera jugado un papel clave en la construcción de su identidad artística y en su fulgurante ascenso?

Un oído absoluto: el don del prodigio

Jungkook posee oído absoluto, como confirmó en RUN BTS, una capacidad extremadamente rara que permite reconocer o reproducir cualquier nota sin referencia. Menos de una persona entre diez mil la tiene. Siguiendo la estela de Mozart o Whitney Houston, despliega una precisión y una sensibilidad musical poco comunes. Productores y colaboradores (Brother Su, Lim Hyung Joo) destacan la pureza de su timbre, la reproducción instantánea de intervalos, la exactitud “a pelo”, sin apoyo instrumental, un grado de maestría raro incluso entre la élite.

Con solo 15 años, Jungkook se convierte en el Main Vocalist de BTS, el cantante principal, quien sostiene las líneas más exigentes, las armonías complejas y las actuaciones en directo más intensas. Este rol implica una rigurosidad extrema: graba las guías vocales, sustituye a los demás miembros en estudio, canta en directo en entrevistas y actúa como coach vocal para los otros seis Bangtan.

En una entrevista de 2021, confesó haber cantado “cada minuto posible” para progresar, incluso en el coche o bajo la ducha. Esta obsesión constructiva ilustra perfectamente el fenómeno de hiperfoco, típico del TDAH: una capacidad para sumergirse por completo en una pasión, hasta convertirla en una fuerza motriz al servicio de la mejora continua.

Neurodivergencia y creatividad: la alquimia

El TDAH, a menudo mal entendido en adultos, no implica solo dificultades atencionales; también se asocia a rasgos que catalizan la creación y el rendimiento. Entre ellos, la capacidad de generar ideas originales, de salir de los esquemas clásicos, una atención total hacia una actividad apasionante, una vitalidad que puede traducirse en intensidad escénica y resistencia excepcional, además de una sensibilidad emocional acompañada de una profundidad afectiva que enriquece la expresión artística.

Su trayectoria parece ilustrar y validar cómo este fenómeno puede ayudar, de una forma u otra, a superarse y sobresalir.

Una sensibilidad a flor de piel

Vulnerabilidad expuesta, dudas compartidas, búsqueda de utilidad: sus livestreams dibujan el retrato de un perfeccionista sensible. Durante la pandemia, deseaba “ser de pequeña ayuda” para los pequeños negocios, consciente de su influencia.

“Si he tenido un efecto en una sola persona, ya ha valido la pena”, escribió en Weverse. Una ética del impacto, sobria y tenaz.

Esta sensibilidad, ese deseo de hacer el bien, suelen estar ligados a una forma de neurodivergencia emocional, es decir, una empatía exacerbada, una conciencia aguda del impacto que uno puede tener en los demás.

El genio polifacético

Las manifestaciones no se limitan, por supuesto, solo a la música. Jungkook toca piano, guitarra y batería, compone y produce canciones, pero también pinta con talento (protagonizando una bonita “batalla” con Hwang Hyunjin), realiza vídeos (Golden Closet Films), coreografía sus propias danzas y destaca en numerosos deportes, desde taekwondo hasta boxeo. Incluso sorprendió a los fans tocando la batería en un concierto virtual. Esta creatividad efervescente es típica de una mente polímata, capaz de brillar en disciplinas variadas, a menudo fuera de los marcos tradicionales.

A la vez, da testimonio de una curiosidad insaciable y una capacidad autodidacta, dos rasgos observados con frecuencia en personas neurodivergentes.

Una nueva lectura del Golden Maknae

El apodo de Golden Maknae no es solo un título halagador. ¿Y si parte del genio de Jungkook residiera precisamente en esa arquitectura neurodivergente? Es difícil negar la realidad: Jungkook es un artista completo, sensible, comprometido y profundamente singular. Su neurodivergencia parece haber alimentado su disciplina, su creatividad y su apetito, incluso su sed, de excelencia en múltiples ámbitos, encarnando así una forma de libertad interior: la de seguir sus pasiones y aspiraciones.

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