RUNSEOKJIN EP.TOUR de Jin (BTS) en Nueva York, Londres y Ámsterdam – Parte 2
Segunda noche de Jin en el Prudential Center, te compartimos el review de nuestro encuentro con el RUNSEOKJIN_EP.TOUR

Jin NY Dia 2
Si la primera noche en el Prudential Center tenía aires de presentación familiar, la segunda se despliega como un cabaret pop desinhibido, un “Variety night club” donde Jin, más maestro de ceremonias que estrella pop, embarca a su público en una sucesión de juegos, desafíos y guiños absurdos. Aquí no hay distancia ni fachada: todos juegan, ríen, improvisan, y la sala entera se convierte en la compañía cómplice del espectáculo. Es el regreso del tío, pero animado por la fiebre del sábado por la noche. Ese que anima los afters en bodas o en los cumpleaños de primos gemelos que ni siquiera conoces. Ese que siempre anuncian como embarazoso. ¡Y sin embargo!
¡Juegos, juegos y más juegos!
Desde el principio, un “telepathy game”. Esta vez no basta con imitar: el escenario se transforma en un gigantesco plató de juegos. La consigna: hacer que Jin adivine una palabra o una personalidad. Primer prompt: “fencing”. En un instante, toda la sala se anima, desde las gradas hasta el suelo, todos se lanzan a un duelo de espadas imaginario. Jin capta la atmósfera, sonríe y adivina: “¡Fencing!” ¡Fácil!
“Previously on Jiniverse…”
Pero la siguiente ronda toma un giro digno de un sketch. Segundo prompt: “J-Hope”. Una trampa montada por su propio músico, la sala empieza a bailar Killin’ It Girl, Mona Lisa y encadenar body rolls. Jin, perdido, intenta un lógico “wave”… antes de darse cuenta, en un momento de pura autoderisión, de que acaba de perder la referencia a su “dance coach” favorito. Se derrumba, se disculpa y lanza el mítico “I am sorry for my fault”, coreado por todos. La sala estalla de risa: Jin es ese tío que falla el chiste pero lo hace inolvidable gracias a su sinceridad.
¡La absurdidad en su máxima expresión… como nos gusta!
La locura continúa con la aparición del “Orange Suit Guy” en el juego del día siguiente. La cámara recorre la sala: un fan come una naranja, otro lleva una camiseta naranja y, apoteosis, un Lorax con disfraz completo aparece en la sección 200 y se pone a bailar al estilo J-Hope. Jin se rinde, muerto de risa, incapaz de descifrar ese código. El Jiniverse tiene sus propias leyes.
En cuanto a los atuendos, seguimos en modo “cabaret de barrio”. Si la noche anterior Jin optó por un disfraz de marinero en homenaje a su photobook Sea of Jin Island, esta noche duda: ¿taekwondo o “rope-it”? Tras una batalla de piedra-papel-tijera con el público, cede: será el dobok. Interpreta Super Tuna en uniforme, desatando una ola de entusiasmo. Este tema, ya de culto, adquiere una dimensión rock inesperada: el público, del suelo al techo, repite la coreografía, salta, ríe, se deja llevar por la energía electrizante del sintetizador. La sala se convierte en un banco de atunes desbocado y Jin, su capitán más improbable.

“Do you know BTS?”
La noche está salpicada de proyectos de fans: pancartas de “Army’s laughter button, Kim Seokjin, we love you!” iluminan la sala, recordando que el humor y la ternura son el corazón de su espectáculo. Incluso antes del show, los VIP disfrutan de un soundcheck memorable: Running Wild, Another Level, Super Tuna. Dos fans con diademas de Super Tuna inician el baile, Jin se une, improvisa la coreografía completa, ¡primera vez en la gira! Aquí, todos son actores. Es el teatro del absurdo.
Luego llega el armyaoke, la ruleta de la fortuna versión Jin. Esta noche toca Magic Shop. “Do you know BTS?” El público, motivado por el fracaso de la víspera con Astronaut, se supera y canta cada palabra con fervor. Jin, magnánimo, otorga un 100/100 a todos, sin importar la afinación. Los VCRs de karaoke son minisketches en sí mismos, Jin actuando en croma, multiplicando muecas, guiños y autoderisión.
Tres baladas… ¿y luego?
El show también sabe ofrecer respiros. Jin se sienta al piano para I Will Come to You, luego Abyss, luego Background. Tres baladas, tres atmósferas: la voz se vuelve más íntima, la sala escucha, las ARMY bombs pasan del rosa al azul, convirtiéndose en la única luz del recinto. Jin, solo en la pasarela, parece llevado por esa ola silenciosa, como si el público lo guiara en la oscuridad.
Pero el Jiniverse nunca se queda mucho en el drama. Tras ese paréntesis, Another Level reactiva la energía: “Don’t be scared, we’ll bounce back and hit.” El mensaje es claro: seguimos adelante, juntos, pase lo que pase. Jin incluso se permite un desvío con guitarra acústica, sí, sí.
“¡No habláis coreano, yo no hablo inglés, estamos a mano!”
La secuencia “Sing ARMY” se convierte en comedia pura. Jin bromea con el público: “¡No habláis coreano, yo no hablo inglés, estamos a mano!” PSY habría puesto los ojos en blanco, con todo respeto, de ver a tanta gente venir sin entender una palabra. Aunque Jin esta noche se esfuerza por hablar la lengua de Tom y Jerry. Tras un Go Go destrozado por la sala y un ataque de risa general, Jin sigue con Loser, esta vez coreado con brillantez. Las luces, rosas y verdes, bailan sobre los estribillos, los fuegos artificiales marcan los mejores momentos.
Llega Rope It, Jin saca el sombrero de vaquero, hace girar el micro, improvisa un moonwalk. Las ARMY bombs siguen el movimiento de la cuerda: la sala se convierte en un rodeo pop, el público se divierte, Jin también. Para el final, saca un megáfono y hace rugir la sala, antes de encadenar Dynamite, Butter, Mikrokosmos, Spring Day. Es la secuencia BTS, esa en la que los recuerdos afloran en cada mirada, en cada nota.
En The Astronaut, Jin corre, lanza besos voladores, desata una lluvia de confeti y globos gigantes. Algunos quedan atrapados en la sala, otros vuelan sobre la multitud. Parece que Jin atrapa a su público en su propia galaxia, el Jiniverse, donde todo es posible, incluso lo absurdo.
“Next on Jiniverse!”
Nada termina realmente. Tras una falsa salida, Jin vuelve para Epiphany y Moon. La sala se cubre de corazones rojos, ya los conocemos. El público canta al unísono, Jin escucha, sonríe, deja que el momento dure. Para Moon, deja que el público lance la intro, y termina con To Me, Today.
Esa noche, Jin no dio un concierto. Animó el mayor cabaret de barrio de la K-pop, y cada uno se va con la certeza de haber vivido el episodio más inédito del Jiniverse. ¡Geonbae!
Coordinación y contenido mediático: Demona Lauren
Fotografía: HYBE Corp.
Asistencia reporteril: Angel Polito, DL Team